viernes, 23 de diciembre de 2011

Mao Tse-tung sobre la guerra y la paz


" La guerra, que ha existido desde la aparición de la propiedad privada y las clases, es la forma más alta de lucha para resolver las contradicciones entre clases, naciones, Estados o grupos políticos, cuando estas contradicciones han llegado a una determinada etapa de su desarrollo."

" La guerra es la continuación de la política. La guerra es la continuación de la política por otros medios. Cuando la política llega a cierta etapa de su desarrollo, más allá de la cual no puede proseguir por los medios habituales, estalla la guerra para barrer el obstáculo del camino. (...) Cuando sea eliminado el obstáculo y conseguido nuestro objetivo político, terminará la guerra. Mientras no se elimine por completo el obstáculo, la guerra tendrá que continuar hasta que se logre totalmente el objetivo. (...) Se puede decir entonces que la política es guerra sin derramamiento de sangre, en tanto que la guerra es política con derramamiento de sangre. "

" La historia demuestra que las guerras se dividen en dos clases: las justas y las injustas. Todas las guerras progresistas son justas, y todas las que impiden el progreso son injustas. Los comunistas nos oponemos a todas las guerras injustas, que impiden el progreso, pero no estamos en contra de las guerras justas, progresistas. Los comunistas, lejos de oponernos a estas últimas, participamos activamente en ellas. En cuanto a las guerras injustas, la Primera Guerra Mundial es un caso en que ambos bandos pelearon por intereses imperialistas; por lo tanto, los comunistas del mundo entero se opusieron resueltamente a ella. La forma de combatir una guerra de este tipo es hacer cuanto se pueda por prevenirla antes de que estalle y, si llega a estallar, oponer la guerra a la guerra, oponer la guerra justa a la guerra injusta, siempre que ello sea posible. "

" En la sociedad de clases, las revoluciones y las guerras revolucionarias son inevitables; sin ellas, es imposible realizar saltos en el desarrollo social y derrocar a las clases dominantes reaccionarias para que el pueblo conquiste el Poder. "

" La guerra revolucionaria es una antitoxina, que no sólo destruirá el veneno del enemigo, sino que también nos depurará de toda inmundicia. Toda guerra justa, revolucionaria, está dotada de una fuerza inmensa, capaz de transformar muchas cosas o abrir el camino a su transformación. "

" Todos los comunistas tienen que comprender esta verdad: El Poder nace del fusil."

" La tarea central y la forma más alta de toda revolución es la tome del Poder por medio de la fuerza armada, es decir, la solución del problema por medio de la guerra. Este principio marxista-leninista de la revolución tiene validez universal, tanto en China como en los demás países. "

" Según la teoría marxista del Estado, el ejército es el principal componente del Poder estatal. Quienquiera que desee tomar el Poder estatal y retenerlo, tiene que contar con un poderoso ejército. Cierta gente nos ridiculiza calificándonos de partidarios de la teoría de la omnipotencia de la guerra. Sí, somos partidarios de la teoría de la omnipotencia de la guerra revolucionaria; eso no es malo; es bueno, marxista. Con sus fusiles, los comunistas rusos crearon el socialismo. Nosotros crearemos una república democrática. La experiencia de la lucha de clases en la era del imperialismo nos demuestra que sólo mediante la fuerza del fusil la clase obrera y las demás masas trabajadoras pueden derrotar a la burguesía y la clase terrateniente armadas; en este sentido cabe afirmar que sólo con el fusil se puede transformar el mundo entero. "

"Somos partidarios de la abolición de la guerra; no deseamos la guerra. Pero la guerra sólo se puede abolir mediante la guerra. Para acabar con los fusiles, se debe empuñar el fusil."

" Provocar disturbios, fracasar, volver a provocar disturbios, fracasar de nuevo, y así hasta la ruina: ésta es la lógica de los imperialistas y de todos los reaccionarios del mundo frente a la causa del pueblo, y nunca marcharán en contra de esta lógica. Esta es una ley marxista. Cuando decimos que el imperialismo es feroz, queremos decir que su naturaleza nunca cambiará, que los imperialistas nunca dejarán de lado sus cuchillas de carnicero ni se convertirán jamás en Budas, y así hasta su ruina."

" Luchar, fracasar, volver a luchar, fracasar de nuevo volver otra vez a luchar, y así hasta la victoria: ésta es la lógica del pueblo, y él tampoco marchará jamás en contra de ella. Esta es otra ley marxista. La revolución del pueblo ruso siguió esta ley, y la ha seguido también la revolución del pueblo chino. "

132º natalicio del camarada Stalin: necesitamos comunistas de acero como él para combatir el oportunismo en nuestras filas

EL M.C.I. NECESITA COMUNISTAS DE ACERO COMO STALIN PARA ENFRENTAR A TODOS LOS OPORTUNISTAS, REVISIONISTAS Y TRAIDORES QUE HAY EN SU SENO
El 21 de diciembre nació quien sigue siendo un gran referente del marxismo-leninismo, un ejemplo de su práctica, Iosif Vissarionovich Dzhugashvili, más conocido como Stalin, y también conocido en la clandestinidad por su apodo Koba.

¡Viva el 132 aniversario del natalicio del camarada Stalin!

Stalin está vivo y estará por siempre en la memoria y en el corazón de todos aquellos verdaderamente comunistas y que no se han dejado embaucar por los cantos de sirena de la democracia capitalista y como alguien dijo:

"Un hombre como Stalin, después de Stalin, y la Unión Soviética jamás hubiese caído"

Criticar a Stalin sin ver el contexto histórico en el que se desarrolló es caer en el más vil oportunismo.

Hoy en nuestras filas algunos tenuemente empiezan a atacarle, porque todavía no se atreven a hacerlo abiertamente. Son cobardes, que aunque le desprecian, incluso ponen fotos de él en sus blogs y símbolos, pero en el fondo reniegan de él y aprovechan la mínima oportunidad para echar mierda contra el camarada Stalin.

Hoy los comunistas necesitamos de camaradas que tengan el temple de acero, la firmeza, la intransigencia con el enemigo y los oportunistas, del camarada Stalin.

El camarada Stalin destaco por su odio irreconciliable al imperialismo, al capitalismo y al fascismo; por su identificación integral con el Marxismo-Leninismo y con la causa de la emancipación social socialista del proletariado; y por su combate implacable contra los oportunistas y los agentes del enemigo en las filas proletarias.

El camarada Stalin nos enseño: "Nuestras filas se fortalecen depurándolas de oportunistas".

Stalin fue un gran dirigente comunista, un combatiente de primera fila del partido bolchevique y del movimiento comunista mundial durante más de medio siglo. Su nombre está ligado a la Revolución de Octubre, a la construcción del socialismo en el primer país socialista del planeta, a la derrota nazifascismo. Su obra está ligada a la lucha revolucionaria de los cinco continentes, durante un largo período, porque durante años y años Stalin fue maestro, dirigente, animador de la batalla del proletariado revolucionario del mundo entero.

Stalin es un clásico de la teoría marxista-leninista, que desarrolló y completo en muchos aspectos basándose en las enseñanzas de Marx, Engels y Lenin su maestro y compañero de lucha.

La burguesía y todos sus agentes-representantes le odian a muerte. Tampoco las izquierdas de colorines ni las fuerzas pequeñoburguesas le tienen mucho cariño. Algún motivo tendrán para seguir teniendo este odio al camarada Stalin.

Y es que el camarada Stalin fue un comunista implacable contra el enemigo de clase del proletariado, contra el fascismo y contra los seudoizquierdistas.

Hoy el nombre de Stalin tan querido por los proletarios y los auténticos comunistas, es pisoteado, insultado, difamado por la burguesía reaccionaria y por los revisionistas de todos los colores. Todos los revisionistas coinciden en sus ataques a Stalin, se unen a la burguesía en este ataque y levantan un coro ensordecedor de calumnias y mentiras. Este ataque conjunto contra el nombre de Stalin en que colaboran los imperialistas y sus agentes en el movimiento obrero, no es un ataque en contra de una persona o de un personaje de la historia pasada: es un ataque en contra de los principios, de los ideales, del espíritu que animó a Stalin y que perviven hoy en la lucha de millones de hombres y mujeres. Es un ataque contra el leninismo, contra la teoría revolucionaria del proletariado.

Detrás de la satanización de Stalin hay un objetivo más ambicioso: la criminalización del comunismo. La burguesía libra una incasable guerra ideológica cuyo objetivo es desarmar política e ideológicamente a la clase obrera y apartarla de las posiciones revolucionarias, sembrando la confusión y la desorientación entre los trabajadores. Elementos fundamentales de esa estrategia son la identificación entre fascismo y comunismo y la representación de Stalin como un dictador sangriento.

No es una casualidad que los abanderados del antiestalinismo hayan terminado en su inmensa mayoría en las filas de la derecha más rancia y reaccionaria.

Durante toda su vida, Stalin fue defensor del internacionalismo proletario, de la unidad de combate de los proletarios del mundo entero, de la unidad férrea entre los comunistas de todos los países, de la revolución mundial, un gran dirigente de la Internacional Comunista.

Por ello todos los revisionistas, los pregoneros de las "vías nacionales al socialismo", del socialimperialismo chovinista, de las teorías de la soberanía limitada, los calumniadores de la obra de la Internacional Comunista, atacan y calumnian su obra.

Stalin fue un defensor intransigente en el plano teórico y en la práctica, del derecho a la autodeterminación de las nacionalidades oprimidas y de la independencia de los pueblos subyugados por el imperialismo. Por ello es blanco de los ataques de todos los chovinistas y todos los imperialistas.

Stalin fue defensor de la intransigente concepción leninista del Partido, de su unidad de pensamiento y acción, de su necesidad histórica para la realización de la revolución proletaria, de su papel de vanguardia. Por ello todos los revisionistas, defensores de "varias líneas dentro del Partido", "Partido de todo el pueblo", de la "revolución sin partido", los que niegan el carácter proletario de clase del partido o que teorizan el liberalismo dentro del partido, que quieren destruir el carácter revolucionario del Partido a través del burocratismo, le atacan desenfrenadamente.

Stalin fue defensor de la concepción marxista-leninista de la lucha de clases en todas sus formas, del espíritu revolucionario de combate. Por ello todos los conciliadores, los pacifistas, los partidarios de las componendas le atacan.

Stalin fue un defensor del principio de la dictadura del proletariado y aplicó consecuentemente este principio en la Unión Soviética, fue un defensor de la revolución armada bajo la hegemonía del proletariado y a la cabeza del PCUS liquidó en la URSS a todas las clases explotadoras y realizó la construcción del Socialismo. Por ello todos los revisionistas, a partir del XX Congreso del PCUS, han destruido la obra de Stalin en la URSS, que han restaurado la sociedad de clases en la URSS y la han transformado en un país imperialista, le atacan, cuando ellos han dedicado todos sus esfuerzos a impedir la construcción del socialismo en sus respectivos países, o a restaurar el capitalismo. A estos ataques se unen quienes niegan la existencia del Socialismo, los que predican la integración en el socialismo de las clases reaccionarias o "la transformación del capitalismo en socialismo".

Stalin defendió toda su vida los principios marxistas-leninistas, el rigor y la claridad teórica e ideológica contra la superficialidad y el eclecticismo, la firmeza ideológica contra la vacilación, la política proletaria contra la poliquitería burguesa, la práctica revolucionaria contra el oportunismo. Por ello hoy, igual que hace treinta años, cuando el camarada Stalin vivía, defender el nombre de Stalin significa defender el marxismo-leninismo, defender la revolución proletaria, defender el socialismo, defender el proletariado mundial.

La defensa del nombre y obra de José Stalin es un deber de los auténticos comunistas, pues constituye una línea de demarcación entre el marxismo y el revisionismo, entre el proletariado y la burguesía, entre el imperialismo y los pueblos, entre el capitalismo y el socialismo, entre la revolución y la reacción.

El nombre de José Stalin no perecerá jamás, mientras haya lucha contra la explotación del hombre por el hombre, mientras haya lucha por el futuro comunista de la humanidad, mientras que en la humanidad perviva el recuerdo de quienes han abierto el camino de su emancipación.

El Colectivo Odio de Clase asumimos la obra de Stalin y su legado como parte fundamental de la historia del comunismo y del movimiento obrero mundial, y defendemos públicamente su inmensa talla de comunista y revolucionario.

El camarada Mao Tse-tung defendió a Stalin, considerando que sus aciertos fueron mayores y más importantes que sus errores. Así, planteó que la tarea de los comunistas con respecto a Stalin es, primero, defenderlo, y solo despues criticar sus errores. Tal valoración de Stalin chocó tanto con las opiniones del PCUS y los Partidos Comunistas que de él dependían, como con las del trotskismo y del liberalismo y la socialdemocracia capitalistas.

Mao Tse-tung analizó los cambios producidos en la URSS tras la muerte de Stalin, y afirmó que tras el XX Congreso del PCUS se habían abandonado no sólo las banderas de Stalin, sino las de Lenin y Marx, comenzando así el proceso de restauración capitalista en lo que había sido la patria del socialismo.

Muchos hablan de Stalin como si sería responsable de todos los males. En este barco hay muchos autoproclamados MLM, que se centran en atacar sus errores y silenciar sus virtudes.

Entre estos seudomaoístas destaca el PCR de los Estados Unidos quien afirma para referirse a la época de Stalin que “los bolcheviques empleaban modos “mafiosos” en algunas áreas, en especial en la guerra civil tras la revolución de octubre de 1917” (diciembre de 2004, Revolutionary Worker n° 1262) y que existía entre los comunistas una cierta tradición “autocrática”.

Estas posiciones de ataque al camarada Stalin se han extendido curiosamente entre los grupos MLM defenfores del centrismo, defensores en su día del prachandismo y defensores actualmente de la «fracción roja» del PCNU(M). Hoy rechazan a Stalin y mañana rechazaran al marxismo leninismo maoísmo. Tiempo al tiempo.

¡José Stalin, el comunista de acero, estará eternamente en el corazón del proletariado y de todos los oprimidos del mundo!

Los MLM de verdad siempre defenderan al camarada Stalin. En «Sobre la cuestión de Stalin» se refleja la posición de los MLM auténticos sobre este tema: http://odiodeclase.blogspot.com/2010/12/sobre-la-cuestion-de-stalin.html

Colectivo Odio de Clase