viernes, 3 de julio de 2015

El Pensamiento de Mao Tse-tung sigue alumbrando la senda victoriosa de la revolución proletaria mundial



¿Cuántos hoxhístas se necesitan para cambiar una bombilla?

Si alguien estudia el Congreso albanés se ven los graves problemas económicos que ellos tienen, ese camino que siguen  no fue tomado por Ramiz Ali; sino por Hoxha. Hoxha escribía en 78 que en Albania ya no existía clases antagónicas. Sabemos muy bien lo que que resulta de eso, pues Mao ya trabajó muy bien la cuestión”.  
[Presidente Gonzalo,  entrevista al El Diario, 1988]

 ¿Quién de nosotros no ha escuchado una broma como, "¿cuántos becarios son necesarios para  cambiar una bombilla?". Y sabes ¿cuántos seguidores anti-maoístas de Enver Hoxha se necesitan para resolver un problema de orden económico y social?

¿Cuántos partidos seguidores del marxismo-leninismo "purísimo" de Enver Hoxha están actuando en la guerra popular, o mejor,  haciendo la revolución?

Nuestra crítica se dirige especialmente al Partido Comunista de Colombia (marxista-Leninista) / Ejército Popular de Liberación. En estos 50 años del rompimiento de los comunista colombiano y su reorganización en 1965, los 40 años de la muerte del gran dirigente comunista colombiano Pedro León Arboleda, y de los 40 años del cierre  operaciones de la guerrilla en Araguaia, expresamos nuestro repudio a la estupidez de los seguidores de Enver Hoxha, que jugaron en la mierda procesos revolucionarios que actualmente colocarían al imperialismo en jaque, como en Brasil, Colombia, Etiopía y muchos otros lugares.


De hecho, desde su surgimiento hasta la escisión  chino-albanesa en 1976-1977, el Partido del Trabajo de Albania prestó gran ayuda al movimiento revolucionario internacional, especialmente entre 1962 y 1978 cuando la lucha estaba focalizada contra el imperialismo occidental y el socialimperialismo soviético. Tirana, capital de Albania, fue abrigo de muchos exiliados políticos, entusiastas de la revolución y fortaleza contra las aberraciones ideológicas que surgían en los centros académicos de Europa Occidental y el sabotaje revisionista en el este. La antigua radio Tirana hacía emisiones diarias en  portugués y castellano, revolucionarios de todo el tercer mundo se inclinaban alrededor de las radios en las selvas para escuchar las palabras de apoyo y noticias revolucionarias de Europa. Así también era cuando llegaba el horario de las transmisiones en portugués y castellano en la antigua radio de Pekín.
Hasta ahí todo bien, sin embargo, la confusión política-ideológica que se siguió después de  la muerte de Mao mostró la incapacidad del Partido del Trabajo de Albania en liderar una gran ola revolucionaria a escala mundial  como la China estaba haciendo hasta el final de los años 70. Mucho de haber roto con China, los albaneses, especialmente Hoxha cualparon al Presidente Mao por esta desgracia (la restauración del capitalismo en China) y tantas otras, de modo que no fue capaz de comprender a el pensamiento de Mao en la época de la unidad entre los dos países, y en varios casos, donde Hoxha decía de haber hecho “descubrimientos” en el Marxismo-Leninismo, no pasaban de copias fayuca de artículos escritos por el Presidente Mao en los años 30 y 50.

Toda la lucha albanesa contra el "revisionismo maoísta"  fue tiempo perdido, nosotros, los maoístas somos como el rabo de lagarto, terminó Mao, terminó Lim Piao, Grupo de los Cuatro y el socialismo en China, sin embargo, seguimos nuestro desarrollo por debajo de los paneles del sistema, sin entregar las armas, y haciendo lo posible por dinamitar el parlamentarismo burgués y todas sus instituciones que se encuentran en avanzado estado de putrefacción. Seguimos desarrollando guerra popular, haciendo experimentos científicos sociales (movilizando a las masas para el boicot de elecciones, creando y fortaleciendo bases de apoyo, atrayendo elementos de las masas oprimidas para los nuestros medios) y experimentos bélicos (aprendiendo a hacer bombas, trabucos, hackeando sites, ondas de radio y todo aquello que la reacción ya conoce y tanto teme), sin precisar de urnas.

También fue tiempo perdido luchar contra una línea ideológica que, si hubiese sido adoptada por el PTA, probablemente habrían prolongado la vida del socialismo en Albania, o al menos, habría motivado suficientemente a las masas como para volver a las montañas y combatieran en  una guerra popular prolongada contra los restauradores del capitalismo. 


Ramiz Alia, que fue el sucesor escogido por Enver Hoxha, no fue capaz de salvar al país que según Hoxha, había "entrado en la fase socialista", muy por el contrario, fue el responsable del colapso del "nido de las águilas bicéfalas" .

La experiencia Hoxhista en Brasil

Tanto en Brasil como en Colombia a finales de los años 70 la línea dogmato-revisionista  albanesa tomó cuenta de la cúpula de los Partidos Comunistas, colocando división, y  freno en el seno de procesos revolucionarios desatados en el final de los años 60 e inicios de los 70. Mucho del trabajo arduo y sacrificio de importantes revolucionarios fue colocado por debajo tanto por la línea revisionista de Albania post-76 cuanto por la línea revisionista de Teng Xiao-ping en China.

Nosotros comunistas brasileiros y tal vez algunos camaradas de afuera  también conozcan lo básico de la historia del PCdeB,  que se desarrolló como una ruptura con el oportunismo de PCBrasileiro y la camarilla de Prestes en 1962   y que diez años más tarde experimentaría aplicar el principio de la guerra popular prolongada, sin embargo debido a la falta de preparación del Liderazgo, la guerrilla  fue llevada al foquismo y no logró reponer las bajas sufridas, tanto en recursos humanos cuanto en material bélico, a pesar de haber herido y eliminado varios soldados del ejército, no consiguieron recuperar ningún fusil o ametralladora de los fascistas. Empero, como el marxismo-leninismo-maoísmo es una ciencia, la guerrilla de Araguaia debe no debe ser considerada apenas como un acto heroico o como una tentativa más o menos de comenzar una guerra popular, sino como un experimento científico, cuyo análisis de los resultados hecha por Pedro Pomar (principalmente) y Angelo Arroyo revela cómo proceder correctamente y reiniciar  y / o continuar el trabajo de desarrollo del ejército Nuevo Tipo bajo el comando del Partido en Nuevo Tipo.

Sin embargo, en la época (1972-1976), el Partido Comunista de Brasil ya estaba siendo contaminado por la línea dogmato-revisionista de los albaneses, cuya difusores principales fueron João Amazonas y Diógenes Arruda. Una línea divisoria entre "maoístas" y "hoxhaístas" ya estaba tomando forma en el partido a mediados de los años 70, si nos ojeáramos las ediciones del periódico La Clase Obrera de la década de los 70, veremos un mixto, entre artículos que exaltan la guerra popular, y artículos que exigen la formación de "una asamblea constituyente y democrática", es decir, era la guerra popular contra el oportunismo electoralista heredado de los oportunistas  anteriores.

Golpes internos y especialmente externos causaron con que ​​la dirección del PCdeB nunca más  retornase a la región de Araguaia, a no ser para buscar los restos perdidos de nuestros guerrilleros (decimos nuestros porque no luchaban por el oportunismo electorero, eran guerrilleros del pueblo, entendían las enseñanzas de Mao Tse-tung incluso mejor que algunos de los líderes PCdeB que poco después llevarían al partido a abandonar el camino de la lucha armada y colocarían al partido como mero apéndice del PT. ¿Cuántos partidos y organizaciones que gritaban Revolución también se convirtieron o en alas del PT o en alas del MR-8 (hoy  un partido electorero llamado PPL).

Los primeros experimentos en América Latina y la experiencia de la guerra popular en Colombia

Antes de la gran ruptura entre el PCUS y el PCCh en los años 60, bien antes de la guerra popular en el Perú en 1980, en América Latina algunos partidos ya estaban tratando de aplicar la línea de la guerra popular prolongada, o por lo menos basados en levantamientos campesinos, como fue el caso del Partido Comunista Salvadoreño, que en 1932 protagonizó la sublevación de los indios y campesinos que tomó cuenta de la mitad del país, infelizmente, a falta de práctica llevó a la muerte de millares de comunistas, campesinos y a  la casi extinción de las tribus indígenas en El Salvador.

Después del levantamiento campesino-indígena se ocurrió el levantamiento  de 1935 en Brasil, a diferencia de allá, el levantamiento no se produjo en pequeñas granjas y aldeas de ciudades pequeñas, sino en los cuarteles de las grandes ciudades como Río de Janeiro, Natal y Recife. La idea del liderazgo era hacer la revolución "al contrario", partir de las ciudades hacia el campo, lo que se mostró un error total a pesar de las advertencias de los apoyadores internacionales del Partido Comunista en el Brasil. Sin embargo, cuando la sublevación fue sofocada en noviembre del 35, las columnas militares que marchaban  hacia el interior se dispersaron y se organizaron en pequeñas guerrillas, siendo que la del Río Grande del Norte que tenía un poco más de 30 combatientes, desbarataron varios ataques policiales y resistieron hasta los primeros meses de 1936. Unos diez años más tarde el PCB  nuevamente  organizaría núcleos del Ejército Popular en los levantamientos campesinos en Porecatu en el estado de Paraná, sin embargo, finalizaría la lucha después de la entrega de tierras a los campesinos y a la participación en el medio electorero en los años 50.

Otra experiencia un poco más duradera ocurrió en Paraguay entre 1959 y 1965 en FULNA (Frente Unido de Liberación Nacional), frente liderado por el Partido Comunista Paraguayo, sin embargo, debido a las luchas internas entre la aplicación de la línea de la guerra popular y del foquismo, (algunas columnas guerrilleras actuaron como en la guerra popular, y otros seguían el modelo cubano, no había unidad) la Organización acabó desmantelada interna y externamente en 1965 acaba desmantelada la organización interna y externamente en 1965, de modo que los comunistas paraguayos apoyadores de la guerra popular se reorganizaron como el Partido Comunista de Paraguay (PCdeP) y sólo conseguirían  por la segunda y última vez una tentativa de la guerra popular en 1980, que fue rápidamente contenida por las tropas fascistas de Stroessner ...

Pero una de las primeras, si no la primera experiencia completa y bien sucedida de guerra popular en América Latina antes de que el Perú inició en Colombia. Lejos de la línea guevarista y en la época  pro-soviética de las FARC y el ELN, el Partido Comunista de Colombia - Marxista Leninista reorganizado en 1965 asumió el trabajo de constituir un nuevo tipo de Ejército Popular de nuevo tipo entre el pueblo colombiano, que en poco tiempo pronto consiguió desatar una guerra popular, así, en agosto de 1966, se formó el primer destacamento Ejército Popular de Liberación.

 No precisó mucho tiempo para que el EPL colombiano se tornase en blanco de las campañas de cerco y aniquilamiento del ejército fascista colombiano. La primera campaña de cerco y aniquilamiento tuvo lugar en 1968, en el que muchas plantaciones, casas y vidas fueron destruidas por el ejército colombiano, y en aquel cerco cayó Pedro Vásquez importante líder del Partido y del EPL. Sin embargo, estos duros golpes forjan al Partido y al Ejército del Pueblo en el fragor de la batalla, haciendo que aniquilasen a 200 soldados del ejército fascista colombiano, y hasta el año de 1970 después de la segunda campaña de cerco y aniquilación, el EPL ya contaba con 17 destacamentos guerrilleros, según el informe del periódico La Clase Obrera de octubre de 1975.

Hasta aquella fecha, el Ejército Popular de Liberación todavía contaba áreas donde se estaba construyendo el Nuevo Poder, a través de las Juntas Populares, y la planificación de la economía local. Esta era el poderoso PCdeC-ML que trajo esperanza a las masas y desbarataba batallones del ejército fascista colombiano. Empero, los tiempos han cambiado... El fin del socialismo en China, la fuerte influencia del marxismo-leninismo escolástico y petrificado del Partido del Trabajo de Albania llevó no sólo los comunistas colombianos, sino también a muchos otros partidos por caminos confusos que los llevaron al final de las cuentas, entregaran las armas a cambio de "acuerdos de paz" y, o, a cambio de "elecciones libres". Hasta 1980, dentro del partido había una línea que defendía y aplicaba el Pensamiento de Mao Tse-tung, sin embargo, en aquel año, durante el Congreso PCdeC-ML, el partido abandonó los conceptos correctos de Presidente Mao afirmando que "debe centrarse militarmente en las zonas industriales ", sin embargo, esto sirvió como una puerta de escape para el partido iniciar el proceso de capitulación. Las primeras conversaciones de paz tuvieron lugar en 1984, habiendo sido roto a mediados de 1985. Luego hubo una gran deserción del EPL en 1989, y desde la década del 90 el partido está "luchando" por los acuerdos de paz, poseyendo armas modernas, pero lejos de las masas, como puede verse en este informe publicado en noviembre 2014 intitulado:

 " MENSAJE AL ENCUENTRO POR LA PAZ " A TODAS LAS MUJERES Y HOMBRES DEL PUEBLO COLOMBIANO".
"Nos unimos ante el clamor para un cese de fuego bilateral y las hostilidades así como a la derogatoria completa de la legislación de guerra. Saludamos el apoyo y la solidaridad mundial que brindan los pueblos hermanos y a la comunidad internacional   a los esfuerzos por una paz con justicia social en nuestro país. Todo esto es un gran estímulo para nuestro pueblo y todos los luchadores para se manterem n abriga pelas las conquistas democráticas".

El EPL entrega las armas al Estado fascista
Tanto el partido como el EPL aún existen, y actúan en el territorio colombiano, sin embargo, de una manera mucho menos intensa de aquello años 70 y con una línea política muy diferente del partido organizado por Pedro León Arboleda y Pedro Vásquez. Peor de que haber abandonado el maoísmo, haber hecho varios acuerdos de paz con las bendiciones de los albaneses en los años 80, ahora está en pedir tregua para el gobierno colombiano, dispuesto a entregar sus armas y desmovilizar a los guerrilleros en cambio de reformas en un sistema tan podre y corrupto que es el gobierno burocrático-burgués de Colombia…

La solución es: ¡Más y más guerra popular!o abandono da toda-poderosa luz

En un momento tan complejo como el de este siglo, donde el nivel de vida de las masas es cada vez peor, donde los gobiernos burocráticos burgueses están cada vez más cortando los derechos del pueblo, mediante la aprobando leyes cada vez más fascistas. En esta época donde nuevas tropas estadounidenses desembarcan en América Latina, y sus mercenarios islámicos causan daño al pueblo del Medio Oriente y en varias regiones de África, el abandono de la todopoderosa luz de guía del presidente Mao Zedong, las entregas de armas no son opciones, la esperanza en un  cambio de gobierno a través de conversaciones de paz con narco-gobernantes no es y no será una solución a los problemas que se encuentran en Colombia, Perú o cualquier otro país en las garras del capitalismo…a solucionar
Este tipo de contradicción (entre el imperialismo y los pueblos oprimidos) no se resolverá apenas con acuerdos de paz, no es "la paz de los cementerios", como dicen los camaradas del PCP, sino la solución al flagelo del imperialismo será la guerra popular en escala global, cada pueblo oprimido, el pueblo de cada colonia  remaneciente, el pueblo de cada semicolonia debe organizados en un Partido Comunista de Nuevo Tipo, formar un Ejército de Nuevo Tipo y un Frente Unido de Nuevo Tipo para levantarse contra el imperialismo y sus lacayos de fuera y de dentro. Esta avanzada concepción delineada por el Presidente Mao no fruto de un mero militarismo, una simple belicosidad, sino una tarea urgente, que tiene como objetivo resolver problemas como la deforestación, la invasión de las tierras indígenas, la intervención militar criminal, la corrupción en los gobiernos, mala distribución del ingreso, la trata de personas, tráfico de drogas, problemas grandes y problemas pequeños que aquejan al mundo entero debido a la ganancia de las potencias y sus tentáculos de "empreendedores". ¿O se cree que los imperialistas entregarían en bandeja todas sus fuentes infinitas de dinero? Eso sólo existe en las canciones de Los Beatles.

Guerra Popular hasta el comunismo
La ilusión con las elecciones dentro de los límites de gobierno burocrático-burgués o el capitalismo avanzado debe ser rechazada por las organizaciones populares y revolucionarias. Vivimos bajo sistemas completamente desiguales, por dentro y por fuera. Aunque sea en un contexto donde hay claramente regímenes dictatoriales como las dictaduras latinoamericanas de los años 70, la vía parlamentaria dentro de los límites del estado burgués es una gran trampa para los que no está bien esclarecido. ¿Cómo podemos entregar las armas a gobierno serviles del imperialismo? Cómo dejar de lado todo lo que las viejas instituciones hicieron al pueblo y a los revolucionarios? ¡Entregar las armas, firmar acuerdos de paz y amnistía con los viejos gobiernos no es mera conciliación, sino una gran traición a la lucha por la libertad del pueblo!

“Incluso si los capitulacionistas, que conspiran por la rendición y la ruptura, consigan tener éxito temporalmente (tomando) la sartén por el mango ellos no conseguirán más que terminar desenmascarados y castigados por el pueblo”
 (Mao Tse-tung, Contra las actividades capitulacionistas, 30 de junio 1939)

Stefan Engel: ¡Tenemos que fortalecer nuestras fuerzas urgentemente!

MLPD: Bandera Roja entrevista al camarada Stefan Engel, Presidente del Comité Central del Partido Marxista Leninista de Alemania


19 de diciembre de 2014, entrevista del semanario Rote Fahne (Bandera Roja) con Stefan Engel, presidente del MLPD



(Nota de Luminoso Futuro: El camarada Stefan Engels, del cual presentamos esta entrevista brindada al semanario Bandera Roja (Rote Fahne), Presidente del Partido Marxista Leninista de Alemania (MLPD, por sus siglas en alemán), no necesita de presentación alguna. No obstante, por iniciativa propia de éste blog, órgano de difusión internacional generado por nuestro partido, el Partido Comunista (Marxista Leninista) de Panamá, queremos ofrecerle a la valorización de todos  los interesados individualmente y a  Partidos, Organizaciones y Colectivos parte de las diferentes escuelas de interpretación y aplicación adscritos al Movimiento Comunista Internacional de Nuevo Tipo, heredero que es de aquel de gran parte del siglo XX, ofrecerles una pequeña semblanza de nuestro camarada Stefan Engel. Ideólogo proletario comunista, obrero de quinta generación y vivencia íntima con la historia del movimiento obrero y comunista alemán, profundamente entrelazado con toda la historia del Movimiento Comunista Internacional (sea aquella del viejo MCI como aquella insurgido en los inicios del XXI). Él, el Presidente Engel, luego de la traición de los provocadores liquidadores de la República Democrática Alemana y de su continuación por Gysi del podrido renegado “partido de la Izquierda”, ha echado sobre sus hombros y de sus  camaradas la tarea de la construcción (“construcción” dado que no se puede pretender el reconstruir los que se ha podrido y pasado a la contrarrevolución burguesa) el nuevo Partido de Nuevo Tipo, en su versión alemana el MLPD. Un Partido basado en el Pensamiento Mao Tse-tung y comprometido en el llevar adelante la Revolución Socialista Internacional y la construcción de comunismo. En sus hombros están entre otras tareas proletarias revolucionarias –expuestas en innúmeros artículo, ensayos y libros impregnados de las verdades universales y los principios revolucionarios proletarios del Marxismo-Leninismo-Pensamiento de Mao tse-tung- a puesto como punto central de toda su actividad proletario revolucionaria, marxista-leninista, en coadyuvar en la búsqueda de la necesaria unidad del Movimiento Comunista Internacional de Nuevo Tipo. En ello, comprometido, al frente del MLPD, se ha convertido en piedra miliar internacionalista de la organización de la Conferencia Internacional de Partidos y Organizaciones Marxistas-Leninistas (CIPOML- Gersenkirchen). El cual se agrupan varias decenas de partidos comunistas y obreros de diversos países. No sólo. En su titánica labor revolucionaria marxista-leninistas, el camarada Stefan Engels de sentar sobre bases firmes y el que, así, podamos dar respuestas revolucionarias a una crisis revolucionaria mundial, permanente, que sacude las bases del sistema capitalista mundial, é, personalmente y al frente del Comité Central de su Partido ha tomado como tarea central, en búsqueda del forjamiento del más amplio frente de unidad popular internacional contra el imperialismo, el capitalismo, la catástrofe ambiental que amenaza al mundo y la vida  en el planeta, ha sido, una vez más, la fuerza impulsora de la constitución de la Conferencia Internacional de Partidos y Organizaciones Revolucionarias (ICOR, por sus siglas en inglés). Y de la cual funge como Coordinador Principal y máximo inspirador de, la  que más necesaria inevitable, arma de abatimiento revolucionario del enemigo principal de la humanidad, el capitalismo imperialista).


 ¡Tenemos que fortalecer nuestras fuerzas urgentemente!

Rote Fahne: ¿Cómo evalúas el desarrollo económico y político al final de este año?

A mediados de este año llegamos a la conclusión de que la crisis económica y financiera mundial más larga y más profunda en la historia del capitalismo estaba llegando a su fin. El 5o pleno del CC pudo analizar el ciclo de crisis en su conjunto por primera vez.Aquí hemos comprobado que el ciclo de crisis transcurrió entre enero de 2008 –el punto más alto de la producción industrial en Alemania antes de la crisis económica y financiera mundial– y julio de 2014. En julio de 2014 se volvió a alcanzar por primera vez el nivel de antes de la crisis. Pero en el tiempo de por medio hubo desarrollos destacables: en 2011, el índice de la producción industrial había ascendido por poco tiempo al nivel de 98,7 – con respecto al nivel más alto de antes de la crisis = 100. Esto indujo a la canciller Merkel a divisar ya en verano de 2011 un auge económico. En realidad, la economía volvió a retroceder a un nivel de 93,6 puntos de índice. Desde entonces se produjo un desarrollo fluctuante alrededor de 95 puntos de índice. Esto significa que la reactivación –antes incluso de lograr un nivel duradero de antes de la crisis– pasó a un estancamiento fluctuante con fuertes oscilaciones para arriba y para abajo. Este es un cambio importante del ciclo de crisis…

Capitalismo y enfermedad mental: la epidemia dle siglo XXI


   Escrito por Iratxe
Todas conocemos la peste negra o la gripe española. Aparecen en cualquier libro de texto. También la tuberculosis, la lepra y más recientemente el cólera y la malaria. Más actual, el ébola. Epidemias y en algunos casos pandemias que copan portadas en los medios de comunicación en el momento de estallar pero que, una vez dejan de ser peligrosas para los países occidentales, dejan de importar y quedan silenciosamente sufridas por aquellos que con su salvaje explotación nos salvan los muebles a los del otro lado del charco. Pero, ¿estamos libres de epidemias en este mundo rosa de los países occidentales, de las potencias mundiales y los países de la guerra?
Yo sostengo que no. Y de hecho, creo que nos enfrentamos a una de las epidemias más duras por su constante temporal: el capitalismo como enfermedad mental y mortal.
En un brillante artículo del compañero Miguel Huertas (http://redroja.net/index.php/noticias-red-roja/opinion/1667-salud-mental-lucha-de-clases), se define el capitalismo como “una patología socioeconómica que chorrea hacia abajo y nos destruye” y se afirma, no en vano, cómo las reglas del juego y la crisis sistémica que sufrimos está estrechamente relacionada con las patologías a las que nos encontramos expuestas (trastornos depresivos, de angustia, etc.) y cómo la política, la lucha de clases es la única manera de acabar con la perpetuación de esta tendencia de la (in)salud mental.
Efectivamente, tan sólo con observar los datos podemos comprobar cómo se multiplican por dos los porcentajes de riesgo de sufrir depresión cuando uno se encuentra desempleado y tiene familia, o una hipoteca que pagar. Conveniente es traer aquí el dato de consumo de antidepresivos ISRS (Inhibidores Selectivos de Recaptación de Serotonina) aumentado en un 159,3%. Tampoco nos tranquilizan los recientes datos que cifran el consumo de ansiolíticos en España en hasta un 15,5% de la población, tratamientos que sólo palian los síntomas mediante la hipnotización y la sedación y no resuelven ningún problema. Nuestra calidad de vida es cada vez menor y lo que significaba progreso, el avance de la ciencia frente a las enfermedades, cada vez es más un sinónimo de retroceso, ya que en muchos casos, ni siquiera podemos acceder a ello.
A pesar de este denunciado abuso de psicofármacos en el Estado Español, la tenebrosa cifra de suicidios corrobora la primera afirmación. Mientras que en las escuelas estudiamos que las principales causas de muerte en España son la fácilmente recordable “CCC” (Corazón, Cáncer y Carretera), la realidad “oculta” nos muestra que frente a las 1.309 personas muertas por accidentes de tráfico en 2012, 3.559 se quitaron la vida. Un año después, la cifra sólo aumenta hasta las 3.870. De hecho, por desgracia, supone un récord histórico más preocupante que el de las temperaturas veraniegas registradas, siendo la cifra más alta de los últimos 25 años y significando un incremento cercano al 10% en relación a las cifras desde 2010.
¿Qué podemos hacer? ¿Cómo paramos esta sangría de trabajadoras que, a la luz de los datos, es casi estructural? La única manera de acabar con una enfermedad es erradicarla, por lo tanto, sólo cabe una respuesta: Lucha de clases. A través de la solidaridad, la fuerza, la lucha, el apoyo mutuo, la creación de vínculos y la defensa de nuestra dignidad y nuestros derechos acabaremos con ese virus del capital, que nos infecta de alienación, de miseria, que nos cambia el plato de comida por el sedante y el techo por el antidepresivo para seguir despojándonos de los servicios públicos en pos de pagar esa ilegítima, odiosa y criminal Deuda.
Sólo luchando por la libertad total de las mujeres para decidir sobre su cuerpo, sólo luchando por una sanidad pública y de calidad a la que le importen más las personas que los beneficios farmacéuticos y empresariales. Sólo luchando contra los ERE’s y las reformas laborales que asfixian a tantas familias, por el derecho a huelga, a manifestación y a la libertad de expresión. Sólo exigiendo la libertad de todas las compañeras presas por luchar contra el sistema; sólo luchando, en definitiva contra todo aquello que nos imponen a través de la violencia estatal y el poder oligárquico que se perpetúa desde el franquismo, podremos acabar con este gran problema de salud pública y todos los que devienen de él. Sólo la auto-organización de trabajadoras en los barrios es capaz de erradicar al monstruo y detener la inoculación de su veneno. No hay que mejorarlo, hay que destruirlo. Desde el corazón del imperialismo y las potencias del capitalismo tenemos que enarbolar la bandera del socialismo, activar la resistencia y la respuesta hasta acabar con todo tipo de opresión. Contra el capital sólo nos queda vencer en las calles.
Por nuestra vida, ¡abajo el capitalismo!
Por nuestra libertad, ¡abajo el régimen!
Por nuestra dignidad, ¡no al pago de la Deuda!

Iratxe, militante de Red Roja


miércoles, 17 de junio de 2015

El neoliberalismo como “proyecto de clase”: Entrevista con David Harvey

10/04/2013
Por Elasa Boulet
En esta entrevista, David Harvey, evoca asimismo las transformaciones de la clase obrera, la situación en Europa y en EE UU, el papel que pueden desempeñar los intelectuales críticos, y defiende la necesidad de construir una visión utópica si se desea cambiar el mundo. En esta entrevista, David Harvey retoma el análisis de la crisis del capitalismo, entendida como crisis del “proyecto de clase” que es el neoliberalismo. Evoca asimismo las transformaciones de la clase obrera, la situación en Europa y en EE UU, el papel que pueden desempeñar los intelectuales críticos, y defiende la necesidad de construir una visión utópica si se desea cambiar el mundo. David Harvey es geógrafo y profesor investigador de la City University de Nueva York. Sus escritos abordan en particular la dinámica reciente del capitalismo y la urbanización desde una perspectiva marxista.

Usted ha teorizado la adopción del neoliberalismo como una transición del fordismo a un régimen de acumulación flexible /1. ¿Cree que la crisis económica que estalló en 2008 demuestra el fracaso de este modo de acumulación flexible?

David Harvey – Esto depende de la manera en que se define el modelo de acumulación flexible. Si se concibe el modelo para revitalizar el capitalismo en su conjunto, yo diría que sí, pero que ya fracasó desde el principio. Si el modelo se diseñó para concentrar y aumentar el poder de la clase capitalista, y en particular de determinadas franjas de la clase capitalista, ha sido todo un éxito. El crack de 2008 no fue sin duda un acontecimiento especial si se contemplan todos los cracks que han tenido lugar desde 1997: el de Asia oriental y sudoriental en 1998, los de Sudamérica en 2001. Todo ese periodo se caracterizó por breves etapas de crecimientos interrumpidas por otros tantos cracks, pero es indiscutible que estos cracks desempeñaron una función muy importante en la consolidación de una riqueza y poder cada vez mayores en fracciones cada vez más pequeñas de la clase capitalista. Creo que 2008 marcó simplemente un paso más en esta vía hacia la concentración de riqueza y poder. Por mi parte, comprendo el neoliberalismo ante todo como un proyecto de clase, de consolidación y de refuerzo de la dominación. Creo que 2008 no marcó el final de todo esto, una crisis de este proyecto de clase, sino un paso más.

Pero se podría decir que el liberalismo también era un proyecto de clase. ¿Cuál es entonces la diferencia entre el liberalismo y el neoliberalismo?
Creo que la diferencia radica en el hecho de que el proyecto de clase que se planteó a finales de la década de 1960 y comenzó a cristalizar realmente a mediados de la de 1970 estaba mucho más centalizado, en la medida en que el poder se había desplazado significativamente a favor del sector financiero. Este último se convirtió en cierto modo en el agente principal. No ocurrió lo mismo con el liberalismo. En la época del liberalismo se entendía que el sector financiero debía facilitar la actividad productiva y su función era más la de un lubricante que la de un motor del proceso de acumulación. Creo que el neoliberalismo se caracteriza en mayor medida por lo que llamo la acumulación por desposesión que no por las formas clásicas de acumulación por expansión, por crecimiento, formas clásicas que en determinados periodos no estaban en contradicción con la idea del aumento del nivel de vida de los trabajadores. En muchas partes del mundo, el aumento del nivel de vida de los trabajadores en las décadas de 1960 y 1970 pudo producirse en una época en que las tasas de acumulación eran muy altas. Era un periodo en que los poderes financieros eran significativos, pero no predominantes. Después surgió esta economía caracterizada mucho más por la desposesión, a partir de los años setenta.

En esta evolución hacia el neoliberalismo, ¿cómo interpreta por un lado el papel de las finanzas y por otro el de la globalización?
Ambas cosas están íntimamente ligadas. La moneda es lo que llamo la “forma mariposa” del capital, que puede volar a donde le dé la gana. Las mercancías son una especie de “forma oruga” del capital: se desplazan, pero lo hacen más bien lentamente. La producción tiende a fijar la “forma crisálida” del capital. Al otorgar más poder a las finanzas, se refuerza la “forma mariposa” del capital, que tiene la capacidad de trasladarse casi a donde le plazca. Creo que ha habido un proceso deliberado de refuerzo de la “forma mariposa” del capital, de modo que ha podido posarse en territorios donde, por ejemplo, el coste de la mano de obra es muy bajo, donde los impuestos son muy bajos. Así, los traslados resultan más fáciles, con el resultado de que esto ha permitido rebajar los salarios de los trabajadores en las antiguas zonas industriales del norte de América, de Europa, etc. Asistimos por tanto a una desindustrialización de los centros de producción clásicos. Esta desindustrialización se nutre del desplazamiento de los puestos de trabajo a otros lugares y hacía falta algo que la facilitara; ese algo fue la financiarización.

Parece que asistimos a una mercantilización creciente de “bienes immateriales” como las ideas (con el fuerte aumento del número de patentes), la educación, la cultura, así como a una mercantilización de la naturaleza (títulos financieros sobre los genes, la lluvia, etc.). ¿Cómo interpreta esta tendencia?¿Qué papel desempeña en esta crisis del capitalismo?
 Producimos una cantidad cada vez mayor de plusvalía. Desde hace muchos años existe ya un verdadero problema para encontrar lugares en los que colocar este capital. Lo que ha sucedido en los últimos 30 o 40 años es que el capital se ha interesado mucho más por el aumento del valor de los activos y por la especulación en torno al valor de los activos. Sin embargo, en este proceso se interesa cada vez más por la rentas, como hemos visto en particular con respecto a la propiedad inmobiliaria, la renta de la tierra, los precios del suelo. Y, desde luego, por los derechos de propiedad intelectual. De golpe se ha producido una explosión de lo que se llama el sector rentista de la economía capitalista. El sector rentista siempre ha sido muy importante, por ejemplo: todo indica que en los siglos XVIII y XIX el dinero que ganaban las clases superiores con el arrendamiento y la apropriación de tierras era más cuantioso que el que sacaban del sector manufacturero. Así que el sector rentista siempre ha sido importante, en particular en la construcción de las ciudades. Y está claro que sigue siéndolo; en determinadas áreas avanzadas del mundo capitalista, los rendimientos de la propiedad de tierras y de activos son muy altos, y la propiedad intelectual es una nueva forma de propiedad, que siempre ha estado presente de alguna manera, pero que ahora ha cobrado mucha importancia. Y si uno puede ganar dinero por el mero hecho de ser propietario de patentes, si uno puede obtener buenos rendimientos del capital sin necesidad de emplear a ningún trabajador, ¿por qué iba a molestarse en producir? Así que pienso que en el curso de los últimos 30 a 40 años ha habido numerosos signos de que estaba construyéndose un potente sector rentista, con ingresos procedentes de las rentas de toda clase de fuentes: tierra, propiedad de recursos, propiedad de derechos de distinta naturaleza, entre ellos, por supuesto, los derechos de propiedad intelectual. Este sector en su conjunto es ahora mucho más significativo en la actividad capitalista y además no emplea a muchos trabajadores.
Usted ha elaborado el concepto de acumulación por desposesión, que ha suscitado numerosos debates. En ocasiones se ha considerado que es demasiado amplio. ¿Qué conclusiones teóricas y políticas extrae de estos debates?

Creo que en cierto modo era un argumento muy general y que existen diversas clases de desposesión. Algunos han preguntado, por ejemplo, si acaso lo que ocurre en el proceso de producción no es una desposesión del excedente que producen los trabajadores. Es una forma de desposesión, pero no se presta atención a las distintas formas de desposesión que se producen en otros ámbitos, en la circulación del capital. Esto es lo que yo quería formular teóricamente al analizar el circuito del capital. Cuando contemplamos el circuito del capital, vemos que está el circuito de las mercancías, el circuito de la moneda, el circuito de la producción, todo ello está en el segundo tomo del Capital. Estos distintos circuitos están integrados entre sí, pero cada uno tiene su agente: el circuito de la moneda tiene el sector financiero, el circuito de la producción tiene el sector industrial, el circuito de las mercancías tiene el sector comercial. Entonces la cuestión que se plantea es la siguiente: ¿de qué manera estas esferas distintas reivindican el excedente y cómo se apropian efectivamente de él? Mi tesis es que el sector financiero y el circuito de las mercancías operan según un principio de acumulación por desposesión, porque lo que hacen es utilizar su control sobre las mercancías o su control sobre la moneda para detraer una tasa, una tasa que arrebatan a los trabajadores. Por tanto, en cierto modo la burguesía puede recuperar a través de los banqueros y los financieros todo lo que puede conceder en el ámbito de la producción.

Analicemos la cuestión de saber dónde se realiza la plusvalía por oposición a dónde se produce. Marx explica que se crea en la producción, cosa que no pongo en duda en absoluto. Con lo que no estoy de acuerdo es con la suposición de que por crearse en la producción, también se realiza en la producción. De hecho, es posible que tan solo una parte muy pequeña de la plusvalía se realice en la producción. Si contemplamos el ejemplo que ya he utilizado y que es el de [la cadena de supermercados] Wall Mart, que es una organización comercial capitalista, veremos que obtiene elevadísimas tasas de beneficio sobre la base de la subcontratación a productores chinos, que a su vez obtienen unas tasas de beneficio muy bajas. Se trata por tanto de una relación de acumulación por desposesión.

Podemos ir todavía más lejos con la cuestión que ya he planteado de saber cómo el capitalismo adquiere activos y luego trata de valorizar esos activos. Pues bien, a menudo los roban a los miembros de otras clases. Hay algo así como seis millones de viviendas en EE UU que han sido desahuciadas, es decir, seis millones de familias que han perdido su hogar. ¿Qué ocurre con esas viviendas? De momento tienen un precio muy bajo. Han sido adquiridas por grandes grupos capitalistas que las mantienen durante dos o tres años, a la espera de que el mercado se recupere, y entonces se llenan los bolsillos. Viviendas recuperadas al precio de, pongamos, 200.000 dólares por unidad se venderán entonces a 300.000 o 400.000 dólares cada una, siempre que el mercado se relance. Se trata de una actividad especulativa, es lo que llamo acumulación por desposesión. También existen formas de atraco directo cuando se suprimen las pensiones de jubilación, se recortan los derechos a la sanidad, o cuando un bien gratuito producido hasta ahora por el Estado se vuelve oneroso, como por ejemplo la universidad o la educación en general. Yo pude gozar de una educación gratuita en Gran Bretaña, pero ahora los que estudian tienen que pagar. En EE UU, el coste de la educación aumenta cada vez más, los estudiantes se endeudan y ya existe una enorme deuda estudiantil. Esto también es una economía de desposesión.

Lo que deduzco de todo esto es que las formas que adopta la desposesión son muy variadas, y como término general resulta probablemente demasiado ambiguo decir tan solo que “es una economía de desposesión”. Debemos estar más atentos a las formas de desposesión que se producen y dónde se producen. Creo que es buena idea desarrollar una comprensión más sofisticada de las distintas formas que puede adoptar la desposesión, esto es lo que concluyo de los debates. Pero no quiero en modo alguno replantear la idea de que constituye una parte muy importante de la estructura de la exploitación en una economía capitalista.

Y políticamente, ¿qué conclusión saca usted de estos debates en torno al concepto de desposesión?
Desde el punto de vista político, lo que deduzco es la idea de la resistencia a la acumulación por desposesión, que hay mucha resistencia, en todas partes, y que esas formas de lucha forman parte de la dinámica general de la lucha de clases. Esto desplaza el centro de atención de la organización y de la teorización política, alejándolo que lo que a menudo ha sido el centro de atención exclusivo de determinadas organizaciones de izquierda, a saber, la fábrica, para trasladarlo, por ejemplo, a la ciudad. Si contemplamos las estructuras de la explotación en y alrededor de una ciudad, veremos la explotación rentista, la explotación comercial. De este modo empezamos a tener una noción muy distinta de lo que es la política de resistencia a la acumulación capitalista una vez se integran todas estas demás formas de explotación en el paisaje.

En un artículo publicado en Counterpunch en 2009, usted escribió que la clase obrera no siempre está, y no lo está en todos los países, en condiciones de situarse en la vanguardia de la lucha social y política. ¿Puede desarrollar esta idea?
Hay dos maneras de verlo. Podría decir que la clase obrera, tal como ha sido definida tradicionalmente, no está en condiciones de estar en la vanguardia, que en ciertos casos los movimientos sociales o políticos han estado en la vanguardia. Si examinamos fenómenos como la revuelta zapatista, veremos que no fue una revuelta de la clase obrera, sino una revuelta campesina. Era también una revuelta contra la acumulación por desposesión, y lo mismo ocurre, por ejemplo, con respecto a las guerras del agua en Bolivia, en Cochabamba, donde también se trataba de una lucha contra la acumulación por desposesión. Y las luchas en El Alto, donde una ciudad entera se rebela y destruye el poder de la presidencia y abre la vía de acceso al poder de Evo Morales. Estos movimientos revolucionarios han sido muy fuertes y potentes, y no se basaron en una clase obrera tradicional.

Lo que quiero decir es que si analizamos las dinámicas de la urbanización y nos planteamos la cuestión de “¿quién produce la ciudad, quién reproduce la ciudad?”, y si decimos que todos los que producen y reproducen la ciudad forman parte de la clase obrera urbana, entonces esta abarca mucho más que los trabajadores fabriles para incluir al personal doméstico, a los taxistas, por lo que tenemos una concepción diferente de la clase obrera. Estoy a favor de cambiar nuestra concepción de quién constituye la clase obrera y de qué tipos de puesto de trabajo son cruciales. Hemos visto ejemplos, he mencionado El Alto, la gran fuerza que tenían sus habitantes para bloquear totalmente la ciudad, lo que de hecho es una huelga general, una huelga en el espacio urbano. Pienso que las huelgas de transportes son muy eficaces; en Francia, por ejemplo, ha habido huelgas muy importantes en los transportes, en la década de 1990 y en la de 2000. Se puede paralizar una ciudad, y paralizar una ciudad es un tipo de instrumento muy eficaz en la lucha de clases. Y no son únicamente los trabajadores de las fábricas quienes van a hacerlo, hace falta que sea la ciudad entera la que secunde esta acción. Por tanto, o bien decimos que la clase obrera está aquí y aquellos son otros movimientos sociales, o bien cambiamos nuestra concepción de la clase obrera. Pienso que es preferible cambiar nuestra concepción de la clase obrera.

¿Cómo interpreta usted la crisis de la Unión Europea? Parece que estamos asistiendo a un proceso de radicalización neoliberal, justo en el momento en que surgen relaciones neocoloniales entre el centro de Europa y la periferia, en particular con la crisis de la deuda griega.
Me parece que hay que analizar la crisis de la UE en términos de clase. No cabe duda alguna de que la creación del euro, por ejemplo, fue una operación muy ventajosa para la clase capitalista, y en particular para las fracciones de la clase capitalista que se hallaban en los sectores más avanzados, en los países más avanzados de la Unión. Tenemos por tanto un ámbito geográfico desigual en el que se produce una unificación, que resulta muy ventajosa para Alemania en particular, aunque no solo para Alemania. Alemania ha ganado mucho con la creación del euro, y cuando se examina lo ocurrido con las economías del sur de Europa en general, y de Grecia en particular… No diré que los griegos no hayan causado por sí mismos algunos de los desastres al llevar a cabo toda clase de engaños contables, etc., pero por otro lado Grecia se ha convertido en un mercado maravilloso para Alemania, que ha podido explotarla al amparo de sus superiores capacidades productivas y de organización.

Alemania, en efecto, ha podido aplicar una política de acumulación por desposesión a través de Grecia y reducir la capacidad productiva de Grecia. Y cuando han surgido los problemas, está claro que no había ninguna obligación por parte de ningún miembro de la Unión de ayudar a otro miembro. A partir de entonces se produjo un desarrollo geográfico desigual de la crisis, que se abate sobre las poblaciones y los territorios más vulnerables.

Un caso análogo en EE UU sería el del Estado de California, que ha conocido dificultades notables, pero que no ha corrido la misma suerte que Grecia porque el gobierno federal ha tenido que pagar el Medicare etc., mientras que con respecto a Grecia no existe esta obligación. Asistimos entonces a circunstancias extraordinarias en que la gente se hunde en una penuria total en Grecia, en muchos aspectos a causa de la política de austeridad impuesta por los poderes de la clase capitalista, cuyos intereses principales están concentrados en Alemania y el norte de Europa. Me parece que esta geografía desigual no cambiará a corto plazo. Tampoco percibo ningún cambio de política, por lo que creo que este va a ser un problema duradero para Europa, que no necesariamente se resolverá con la salida del euro de los países del sur. Por tanto, se trata de una especie de dilema permanente que a mi juicio solo podrá resolverse mediante una completa federalización de la base social de la economía, mediante una colectivización de los derechos de pensión y este tipo de cosas, cosa que políticamente es imposible, no creo que nadie votaría por eso.

¿Cree que en estos momentos asistimos a un viraje de tipo keynesiano en EE UU? ¿Es posible que el gobierno de Obama se aleje del neoliberalismo y aplique políticas más keynesianas?
EE UU nunca ha sido puramente neoliberal, sino bastante keynesiano hasta ahora. Ha sido neoliberal de palabra, particularmente en aspectos como el salario social y la protección social, etc., pero jamás ha sido estricto con respecto a la financiación por el déficit. El déficit de George Bush II financió dos guerras, reducciones de impuestos para los ricos y un enorme programa social de acceso a los medicamentos que fue muy bemneficioso para las compañías farmacéuticas. Ronald Reagan, que es una de las figuras asociadas al neoliberalismo, era de hecho un keynesiano en materia de defensa y financió el pulso con la URSS a través de la deuda pública. EE UU siempre ha sido un caso particular: su retórica sobre el sector público siempre ha sido muy neoliberal, pero sus prácticas siempre han sido parcialmente keynesianas.
Lo que resulta interesante en la coyuntura actual es que el Partido Republicano, que de hecho compartió bajo George Bush este enfoque de tipo keynesiano para hacer la guerra, cuando perdió el poder decidió llevar de verdad hasta el extremo la política de austeridad. Así trata de impedir la posibilidad de un programa ligeramente expansionista, vagamente keynesiano, que preconiza el gobierno de Obama desde el principio. Pienso que están pisando terreno resbaladizo, pues no controlan más que la Cámara de Representantes, y si se puede demostrar a los estadounidenses que lo que impide la recuperación de EE UU es la manera en que el Partido Republicano actúa en la Cámara de Representantes, y entonces asistimos en las elecciones de 2014 a la transferencia del poder a los Demócratas, el Partido Republicano estará acabado. Claro que también es posible que esto no suceda, se trata de una situación muy compleja. Creo que hay miembros del Partido Republicano que se dan cuenta de que se hallan en terreno resbaladizo y que intentan cambiar, aunque sin mucho éxito de momento.
Hasta ahora nunca se ha dudado en EE UU en emplear prácticas keunesianas, en particular la financiación por el déficit, y en ser antikeynesianos en materia de programas sociales, de protección social, y resueltamente antikeynesianos cuando se trata de otorgar más poder a las organizaciones e instituciones de la clase obrera. El neoliberalismo de EE UU siempre ha sido sospechoso, su pragmatismo le ha llevado siempre a hacer lo que beneficia a las clases superiores, y ha sido limitado por este criterio. No creo que esto vaya a cambiar gran cosa, aunque pienso que en este momento el gobierno de Obama tiene muy claro que la tasa de crecimiento de EE UU es muy baja y que existe la posibilidad de una segunda recesión. Este gobierno, si tuviera las manos libres, apostaría por prácticas expansionistas, hasta cierto punto incluso por prácticas expansionistas que implicaran otorgar más poder a las organizaciones e instituciones de la clase obrera. Creo que la idea de una política ligera y parcialmente keynesiana bajo el gobierno de Obama ya se ha planteado y aceptado, pero no será refrendada por la Cámara de Representantes controlada por los Republicanos, a menos que estos últimos comprendan que esto les llevará a un desastre electoral si la gente percibe que ellos son el obstáculo. Está por ver cómo evolucionan las cosas.

A su juicio, ¿cuál puede y debe ser el papel de los intelectuales o universitarios críticos?
Hay dos cosas. Lo que ocurre en el mundo universitario forma parte, desde luego, de la lucha de clases, es la lucha de clases en el ámbito de las ideas. Por tanto, una cosa que me gustaría que hiciéramos todos es luchar en el mundo universitario por diferentes tipos de producción de saberes, de reproducción de saberes. Los que están fuera de la universidad piensan a menudo que esta es una torre de marfil, pero no es así, la universidad es un terreno de lucha bastante encarnizada. Durante un tiempo estuve tratando de mantener abiertos los espacios en el interior de la universidad en los que pudieran desarrollarse cosas como las que centraban mi trabajo, y es muy duro cuando se hace frente a las presiones de la transformación neoliberal y administrativa de las universidades. Es un poco como los trabajadores de una fábrica siderúrgica, hay que organizarse en el seno de la universidad, y eso lleva mucho tiempo.

Pero creo que también tenemos la obligación de tomar ciertas cosas sobre las que reflexionamos y presentarlas de manera que sean comprensibles para un público amplio, pensando en cómo la gente puede leer esto y extraer sus propias conclusiones. No creo que los universitarios conozcamos mejor el mundo que cualquier otra persona. Mi opinión es que cuando trabajo con organizaciones sociales, estas saben qué es lo que quieren y lo hacen mejor que yo, y no es mi tarea decirles qué tienen que hacer, eso ni se me ocurriría. Pero cuando tal vez yo puedo ser útil es cuando quieren saber cómo lo que están haciendo se relaciona con lo que ocurre en el capitalismo, cuál es la relación entre lo que hacen y la lucha anticapitalista. Si quieren reflexionar sobre esta relación, podemos sentarnos juntos y tratar de comprender lo que hacen en relación con prácticas y cuestiones más amplias. Creo que en el mundo universitario tratamos de desarrollar este panorama de cómo funciona la economía, o cómo se aplica la política, y a veces esto es útil para las organizaciones políticas y los movimientos sociales. Así que creo que es preciso mantener abiertos los espacios en el interior del mundo universitario para trabajos progresistas y estrechar lazos con organizaciones sociales para aprender de ellas y que ellas aprendan de nosotros en el proceso de lucha política.

Sin embargo, con las tendencias a la privatización de la educación, en particular de la enseñanza superior, parece más difícil mantener este espacio y esos debates en el seno de la universidad.
Así es. Todos estamos siendo atacados, inclusive en la universidad. Y por supuesto, si contemplamos el proceso de trabajo en el mundo académico, en EE UU ahora la mayor parte de la enseñanza corre a cargo de empleados que no tienen un contrato fijo y que viven en unas condiciones económicas muy precarias. Este es otro campo de batalla en relación con las condiciones de vida de las personas empleadas en las universidades. No es una situación fácil, pero ¿qué se puede hacer? Hay que organizarse y luchar, como en todas partes.

¿Cuál es su visión personal de una sociedad comunista/2, si “comunista” es la palabra adecuada?
Hay varias maneras de construir una visión utópica. Creo que siempre existe la necesidad de tener en mente una visión utópica, de una manera u otra, un lugar al que deseamos llegar, aunque al final no lleguemos, en cierto sentido no importa mucho si se llega o no. Si se tiene una visión, tratando de cambiar las cosas, estas se mueven en una dirección u otra. No tengo un esquema fijo, he escrito uno en el apéndice a un libro que se titula Spaces of hope, una especie de descripción utópica de una sociedad construida durante un periodo de 20 años. Y creo que necesitamos un modo de construcción por la negación. Si se comprenden los aspectos del capitalismo que no nos gustan, ¿qué rechazaríamos, cómo sería una sociedad que ya no funcionara sobre la base del valor de cambio, sino sobre la base del valor de uso, qué formas de coordinación de la división social del trabajo se crearían, cómo se implementaría para asegurar que el abastecimiento de cada uno en valor de uso fuera suficiente, que no se produjeran bloqueos completos ni rupturas, ni penurias? Son cuestiones muy pragmáticas.

Es posible por tanto trabajar sobre esta clase de ideas, construir por negación: no queremos hacer esto coordinándonos a través del mercado, queremos hacerlo de una manera distinta, a través de los trabajadores asociados en colaboración, los trabajadores asociados que organizan la división social del trabajo de manera que todo el mundo tenga lo que necesita. Con la informática tenemos la posibilidad de coordinar los inputs y outputs/3 de un modo distinto. Algunas fábricas recuperadas en Argentina funcionan ahora en red gracias a los ordenadores y organizan los flujos de inputs y outputs de manera que comienzan a coordinarse entre sí, pero no se trata de una planificación centralizada, es algo que se organiza en red, sin ningún planificador central. Creo que con las tecnologías que tenemos ahora existen nuevas posibilidades de plantear estas cuestiones de un modo distinto y que podemos construir una visión utópica en la que los trabajadores asociados controlen los medios de producción, se organicen y tomen sus propias decisiones en cada unidad productiva, pudiendo coordinarse entre sí, comunicarse entre sí para responder a las necesidades de todos y todas.
Notas
1/ La acumulación flexible designa el fenómeno de la “flexibilización” del trabajo desde la década de 1970: la subcontratación, la jornada parcial, la producción “justo a tiempo”, las actividades informales se han convertido en elementos cruciales del procedo de producción. Esta “flexibilización” (o dicho de otro modo, precarización) no se implanta del mismo modo en todas partes y es más importante en los “países emergentes”. Corresponde a una transformación de la gestión de las empresas, centrada cada vez más en un funcionamiento de mercado (subcontratación de actividades, asegurando rentas importantes a los accionistas) en detrimento de una gestión “interna” de la empresa.
2/ En inglés “socialist”.
3/ Términos que designan lo que “entra” (inputs) en el proceso de producción (materias primas, fuerza de trabajo) y lo que “sale” (outputs : productos, mercancías).