viernes, 8 de mayo de 2015

MAO: Uno se divide en dos




Muchos camaradas son pesimistas, por unilaterales al ver la actual situación del Movimiento Comunista Internacional (MLM) y de lo complicado de organizarlo en cada país. Contemplan, azorados, que en cada país, independientemente del Continente, existen dos, 4 y cinco partidos comunistas; ya “comunista revolucionario”, ya “marxista-leninista” o ya “marxista-leninista-maoísta” ya “maoísta” con la excusa de bajo la bandera de la justa lucha de las dos líneas se promueven discrepancias, escisión y rupturas. Lucha de dos líneas es siempre antagonismo por incompatibilidad de principios. De ahí que, casi siempre, el espíritu de unidad salte por los aires. Esa unilateralidad de ver las cosas es precisamente dogmatismo. El dogmatismo tiene dos lados, uno es positivo, dado que se pone bajo el paraguas formal del marxismo-leninismo; el otro, al dejar escapar el momento de la dialéctica subjetiva de la realidad y alejarse así de lo esencial del marxismo, la unidad de los subjetivo y de los objetivo, resulta su lado negativo.

Al respecto, el Presidente Mao no dice, “En todas las cosas lo uno se divide en dos. Aún en mí mismo lo uno se divide en dos. Era un maestro elemental; cuando era pequeño creía en dioses y espíritus e iba de peregrinaje con mi madre a los templos de la montaña. Antes de la Revolución de Octubre no sabía absolutamente nada de Marx; de Marx sentí hablar sólo más tarde”. 

También en Marx lo uno se divide en dos. –proseguia el camarada Mao- La filosofía de Marx ha sido determinada por Hegel y por Feuerbach, su economía del inglés Ricardo y otros y de Francia aprendió alguna cosa del socialismo utópico. Todo aquello pertenecía a la burguesía. De ahí lo uno se divide en dos y nace el marxismo. Les pregunto, ¿Marx cuando joven ha leído alguna obra marxista?”.

(La cita del camarada Mao es extraída de OBSERVACIONES DURANTE UN COLOQUIO. 24 de marzo de 1964. Escritos, volumen 21, pág. 102)


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