viernes, 22 de mayo de 2015

REFLEXIONES EN TORNO A LA VIOLENCIA VIOLENCIA Y TERRORISMO


REFLEXIONES EN TORNO A LA VIOLENCIA
VIOLENCIA Y TERRORISMO


1.  INTRODUCCIÓN. 

Comúnmente se cree que la violencia es un problema abstracto, se piensa que se puede ser "partidario" de la violencia u "oponente" de la violencia. En esos contornos, resulta muy fácil aparecer como humanista repudiando la violencia en todas sus formas, "venga de donde venga", se dice.

De este modo pensamos que la primera reflexión profunda en torno a la violencia debe ser: ¿es la violencia innata al hombre?, ¿es el hombre violento por naturaleza?

De la respuesta a esta pregunta fundamental derivan todas las disquisiciones sobre la violencia. Si el hombre es violento por naturaleza (el hombre, el lobo del hombre. Hobbes), TODA violencia es, si no justificada, por lo menos explicada. Este razonamiento nos lleva directamente a la ley de la selva, a la ley del más fuerte. Esta posición ignora que la violencia, en todas sus formas y matices, es un problema social.

Por el contrario, como sostenemos, si el origen de la violencia no se encuentra en la naturaleza del ser humano, éste debe ser buscado en otra parte, lo que sugiere que la violencia, en todas sus formas y matices, es un problema social que surge de las condiciones concretas que le toca vivir al hombre y sus sociedades. La violencia tiene, entonces, sus raíces en la historia larga de las formaciones sociales, se va formando desde tiempos inmemoriales, siempre en relación con el dominio y el control de los medios de subsistencia o de las tierras y territorios. Las más antiguas confrontaciones imperiales, tenían como substrato el control de las aguas, de los ríos, lagos y vertientes en las formaciones hidraúlicas, a la adquisición de mano de obra barata o gratuita de las formaciones esclavistas y consiguientemente al poder político en el seno de las formaciones sociales y en relación a otras formaciones sociales.


2.  LA GUERRA. LA FORMA MAS ALTA DE VIOLENCIA

En el mundo contemporáneo la forma más aguda de la violencia es la guerra, que, lamentablemente, ha conseguido un reconocimiento formal y universal a cargo de los Estados constituidos, en una palabra lo que se conoce como violencia institucionalizada. No se indaga ni se investiga hasta qué punto es legítima la violencia estatal que se desborda a ojos vista y en medio de la paciencia de una "comunidad" internacional y una "opinión pública mundial" claramente parcializadas.

El presidente Mao, define de la siguiente manera el carácter de las guerras:

«La guerra, ese monstruo de matanza entre los hombres, será finalmente eliminada por el progreso de la sociedad humana, y lo será en un futuro no lejano. Pero sólo hay un medio para eliminarla; oponer la guerra a la guerra, oponer la guerra revolucionaria a la guerra contrarrevolucionaria, oponer la guerra revolucionaria nacional a la guerra contrarrevolucionaria nacional y oponer la guerra revolucionaria de clase a la guerra contrarrevolucionaria de clase. La historia conoce sólo dos tipos de guerras: las justas y las injustas. Apoyamos las guerras justas y nos oponemos a las injustas. Todas las guerras contrarrevolucionarias son injustas. Con nuestras propias manos pondremos fin a la época de las guerras en la historia de la humanidad, y la guerra que ahora hacemos es indudablemente parte de la guerra final….»
(Problemas estratégicos de la guerra revolucionaria en China”. Diciembre de 1936).

Se reconoce varios tipos de guerras, las guerras de alta, media y baja intensidad (teoría norteamericana de la guerra), las guerras internacionales y las guerras civiles, las guerras declaradas (legales) y las no declaradas (ilegales), las guerras justas y las guerras injustas (teoría materialista histórica de la guerra). Parecería un contrasentido hablar de "guerras justas" y pensamos que en realidad toda guerra es injusta, ya decíamos que esto solamente se da en el plano teórico. En la práctica, efectivamente, comenzando por los padres de la Iglesia (San Agustín) ya se habló muchas veces de guerras justas y de guerras santas (La Gijad Islámica). En la actualidad se ha llegado a extremos realmente inconcebibles en cuanto a la teoría de la guerra según los cuales toda "guerra americana" sin derecho a réplica no es solamente justa, sino incluso "divina", por ello, los americanos invasores de países soberanos son los "buenos" y los agredidos son "los malos".

La Primera Guerra Mundial, la Segunda Guerra Mundial, la guerra de agresión norteamericana contra Vietnam, contra Corea del Norte y últimamente contra Afganistán a Irak, son muestras palpables y evidentes del carácter verdaderamente genocida de la guerra imperialista norteamericana que quiere imponerse como sistema en el mundo moderno.



3.       LA VIOLENCIA POLÍTICA

Es la forma más común de la violencia porque está referida al Estado, por ello mismo es una violencia política. Los pensadores han creído hacer un gran favor a sus sociedades y Estados, tratando de justificar y legalizar así como legitimar la violencia a cargo de los Estados en razón de argumentos abstractos e ideológicos. Es el caso de los filósofos y sociólogos alemanes como Hegel y Max Weber y sus reflexiones sobre la omnipotencia del Estado y la dominación legítima. Está probado que son los Estados los causantes del desarrollo de formas violentas en el encaramiento de los problemas sociales.

Se puede subdividir la violencia política desde los ángulos más contrapuestos de la contradicción. Por una parte la violencia fascista que ha sido la forma más visible en los últimos tiempos en el mundo y en América Latina. Debemos recordar la enorme cantidad de tipos de violencia que han sido practicados contra los sectores populares por parte de los regimenes occidentales como el norteamericano y los regímenes militares de la llamada Seguridad Nacional y la "Operación Cóndor" que eliminó de la manera más brutal a decenas de miles de ciudadanos de todas las condiciones sociales en Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Bolivia. Los informes Sábato (El "Nunca más". Argentina) Retig (Chile), y los documentos descubiertos en Paraguay muestran los extremos a los que puede llegar este tipo de violencia que rebasa con creces el tipo de violencia actualmente reinante en el mundo. Los subtipos más usados de la violencia fascista son la tortura sistemática (existen escuelas e institutos que perfeccionan métodos de tortura en los Estados Unidos a cargo de la CIA), la violación, el secuestro, las desapariciones forzadas de personas, el rapto de menores y su adopción por los mismos torturadores, etc.

El problema lacerante de la desaparición forzada de personas ha desatado un movimiento mundial que exige el esclarecimiento total de este crimen de lesa humanidad y que no es una "virtud" solamente de regímenes dictatoriales.

En el caso de la violencia política de tipo revolucionario, tenemos los coches bomba, los secuestros, las acciones guerrilleras contra los ejércitos o las policías que muchas veces afectan a la población civil. Calificamos este tipo de violencia como una contra-violencia que se desata frente a la impunidad que adquiere muchas veces la violencia institucionalizada y la violencia fascista. Es más o menos como decir que es la respuesta a la violencia número 1, una violencia número 2. (Ver Helder Cámara. Obispo de Recife. Brasil). Sin bien es imposible justificar este tipo de violencia que no dudamos en calificarla de revolucionaria, es posible y explicarla precisamente como contra-violencia o violencia condicionada.


4.   LA VIOLENCIA SOCIAL                                                                                   

Las formaciones sociales (sociedades) modernas conocen una forma cotidiana de violencia que se confunde con la delincuencia común. Se trata de una violencia sostenida, de pequeña magnitud pero de una peligrosidad muy grande porque ataca indiscriminadamente incluso a sectores tan vulnerables como son las clases sociales oprimidas y la delincuencia misma.

La violencia social tiende a ser combatida con medidas administrativas de tipo represivo. El crecimiento desproporcionado de la delincuencia común a partir de la aplicación de los nuevos y modernos modelos económicos, nos muestran claramente el parentesco inocultable entre los problemas creados por el desempleo, los bajos salarios, la falta absoluta de beneficios sociales, etc., etc., y el crecimiento de los índices delincuenciales.

Hay criterios que refieren el origen de la delincuencia y la violencia social con la educación y la formación individual. Si bien es cierto que la falta de educación puede contribuir al desarrollo de la delincuencia, no se puede sostener válidamente que éste sea el factor determinante.

En el caso de Bolivia tenemos el problema cocalero que consiste en la existencia de miles de trabajadores occidentales del campo y las minas que han sido expulsados de sus puestos de trabajo o de sus tierras pobres que se asentaron en el trópico de Cochabamba cultivando coca por el valor económico que tiene la hoja respecto a otros productos agropecuarios. La imposición internacional determina que los campesinos bolivianos no tienen derecho a cultivar la hoja de coca porque se trata de una materia prima para la fabricación de cocaína, una droga prohibida internacionalmente.

La violencia más inusitada surge como consecuencia de la contradicción que se da entre el interés legitimo de los campesinos de cultivar un producto que no puede ser penalizado y el interés confuso de los poderes mundiales de perseguir el tráfico de drogas, mientras se tolera todo tipo de comercio con los otros componentes de la producción de cocaína, nos referimos a todos los precursores La violencia policial contra los cocaleros está provocando en Bolivia, los niveles más altos de violencia social que tiende a agudizarse.

Pero, para probar hasta qué punto puede llegar la incoherencia oficial y formal, aparece una ley que determina que la hoja de coca es "iter criminis", es decir tiene intención criminal. Imaginemos un objeto (cosa) con intenciones criminales. Efectivamente, el art. 30 de la ley 1008, dice textualmente:

Art. 3°~ Para efectos legales se establece una diferencia esencial entre la coca en estado natural, que no produce nocivos a la salud humana, y la coca "iter críminis", que es la hoja en proceso de transformación química que aísla el alcaloide cocaína y que produce efectos psicofisiológicos y biológicos nocivos para la salud humana y es usada criminalmente.

Como se ve la redacción de este artículo es un atentado contra toda teoría jurídica y contra el sentido común. Una hoja vegetal, un producto agrario, en una palabra una cosa es declarada criminal. Las cosas no pueden ser criminales, los criminales son las personas y nunca jamás las cosas o los objetos, sin embargo, a pesar de todas las críticas, los legisladores no tienen la dignidad de derogar semejante artículo vergonzoso.

Otro caso agudo es el de los campesinos sin tierra del Chaco y el oriente bolivianos. En 1953 se dictó en Bolivia una ley de Reforma Agraria que prohibió definitivamente el latifundio improductivo, determinó una repartición de tierras parcelarias y la dotación de una unidad mínima de producción a los campesinos sin tierra. Es evidente que la ley de 1953 cumplió muy relativamente sus propósitos de distribuir tierra labrantía a los campesinos, desterrar e latifundio y suprimir la servidumbre o los trabajos gratuitos de parte de los campesinos en beneficio de los señores de la tierra, empero en alguna medida se hizo justicia con los más pobres sobre todo de la región andina. El oriente boliviano prácticamente no fue tocado por la ley de Reforma Agraria.

Cuando pensábamos que el problema agrario en Bolivia podía seguir un curso democrático una vez que se prohibieron el acaparamiento de tierras y las relaciones servidumbrales, se precipita en realidad una nueva política que desconociendo principios constitucionales se niega el derecho inalienable de la tierra para quien la trabaja y se produce a una mercantilización abusiva y prepotente de las tierras fiscales y comunitarias sobre todo, esta vez, en el oriente.

De este modo tenemos que los sectores dominantes bolivianos, los gobernantes, los ministros, los parlamentarios, se han constituido en grandes latifundistas nuevos recibiendo grandes extensiones de tierras arbitrariamente. Conocemos que ex-dignatarios de estado recibieron y siguen recibiendo dotaciones graciosas de tierras como "pago" a sus grandes "servicios" al país, algo que es no solamente ilegal, sino delictuoso.

Por contrario imperio, campesinos expulsados del altiplano y la montaña que migran al oriente o al Chaco e intentan conquistar tierra labrantía en tierras ociosas, son expulsados violentamente o asesinados impunemente por bandas de mercenarios pagados por los nuevos terratenientes que incluso tienen en sus manos documentos fraudulentos ó legales pero también ideológicamente falsos.

Una forma de violencia extrema se ha hecho presente para reprimir a un movimiento social que pretende únicamente hacer producir la tierra en beneficio del país y de sus humildes hogares. Se podrá sostener que la propiedad privada es inviolable y por lo tanto la ocupación ilegal de tierras debe ser sancionada conforme a ley. Empero, sin negar la validez teórica del argumento, pensamos que la "propiedad privada" en muchos casos no es legal sino producto del fraude, y que finalmente aunque la ocupación puede ser ilegal, no son los terratenientes los que deben aplicar la ley, sino, lógicamente, las autoridades. Llamamos la atención sobre el problema de los campesinos sin tierra del Chaco boliviano que en la hacienda "Pananti" fueron brutalmente masacrados por los mercenarios armados por el propio ejército boliviano ante la pasividad criminal de las autoridades bolivianas que tienen sobre sus espaldas la responsabilidad de una violencia de clase e incluso racial.


5. LA VIOLENCIA ECONOMICA

Este tipo de violencia no reconocida formalmente, tiene una importancia muy grande, sobre todo en nuestro mundo contemporáneo. Se trata de las enormes y crecientes diferencias en cuanto a la distribución de los excedentes económicos que producen las formaciones sociales (las sociedades). Si el producto interno bruto y el producto nacional son magnitudes de valor, se pretende que en una democracia  dicho excedente sea distribuido más o menos equitativamente. Sin embargo esto no ocurre y las inequidades evidentes y además crecientes, determinan un tipo de violencia económica que se traduce en índices realmente intolerables de muertes infantiles, muertes por inanición, muertes por pobreza y miseria, constituyendo de por si una forma agravada de violencia.

Un ejemplo muy concreto de violencia económica contra los pueblos y en el caso que sufre Bolivia con la imposición de una Deuda impuesta a nuestro país por parte de la banca extranjera obligándole a pagar altos intereses, comisiones y otros convirtiendo a Bolivia en un deudor eterno de enormes cantidades de dólares anualmente y en sentido ascendente. El hecho elocuente de que cada niño boliviano que nace en el territorio nacional, lo hace con una deuda de 500 dólares a los bancos extranjeros. Ünicamente un sistema económico mundial enfermo puede concebir semejante atrocidad y semejante violencia económica contra un pueblo y sus descendientes. Hoy mismo se tramita en un Tribunal Andino de la Deuda Externa, la responsabilidad no solamente de aquellos delincuentes oficiales y gobernantes corruptos que dilapidaron criminalmente esos recursos económicos que está obligado a pagar el pueblo boliviano con su miseria, con su pobreza, con sus enfermedades, con sus carencias, con su sangre, con su dolor, con su luto; sino también y principalmente de los bancos extranjeros, de los poderes mundiales, de los institutos conocidos como los chupa-sangres mundiales como el FMI, el Banco Mundial o la OMC.

Quién sabe si ésta, la violencia económica es la más tremenda, la más criminal, la más aterradora, pues consiste en quitar el pan de la boca de los niños, de los ancianos y las mujeres nacionales de la ciudad y el campo.


6.  LA VIOLENCIA NACIONAL

Este tipo de violencia parece nuevo, pero al contrario tal vez sea la violencia más antigua, pues procede de los tiempos remotos de la historia de la humanidad cuando los grupos humanos tenían que luchar por dominar territorios entre sí. Las diferentes naciones que no son lo mismo que los Estados nacionales conocidos, tienen derechos propios y específicos que no son respetados en una cantidad muy grande de casos. Estas naciones hacen conocer sus aspiraciones que en muchos casos tiene que ver con la constitución de los estados nacionales. De aquí surgen verdaderos conflictos nacionales que aparecen como fuentes de violencia inusitada y de difícil solución. Algunos casos son muy conocidos en la contemporaneidad, el caso palestino, el caso irlandés, el caso vasco, el caso corso (Córcega), el caso kurdo (Kurdistán), el caso chechnio, en Chechenia, el caso kashmir, en Cachemira, etc., etc.

En el caso boliviano, la violencia nacional tiene que ver con la insurgencia de los derechos nacionales de los pueblos originarios de Bolivia. En realidad, los bloqueos de caminos, las marchas campesinas y otras manifestaciones de aymarás, quechuas y guaraníes, tienen  que ver  directamente  con  sus  aspiraciones nacionales  de autodeterminación e independencia.


7. LA VIOLENCIA RACIAL

También consideramos un tipo de violencia evidente pero que tiene características ideológicas. Se trata de la consideración de su supremacía racial de algunos pueblos sobre otros, un corolario es el concepto de la raza superior que tuvo como representante máximo al nazismo hitleriano. La raza aria como suprema expresión del género humano con derecho a la aniquilación o esclavización de los otros pueblos. Es indudable que en el caso nuestro también está presente el ingrediente racial por parte tanto de grupos antí-indígenas de origen extranjero sobre todo en Santa Cruz, cuanto de los pueblos originarios.

Muchas veces la prensa mundial confunde de buena o mala fe, los conflictos sociales y políticos y los presenta como confrontaciones violentas de carácter racial. Sobre todo en el Africa se ha pretendido mostrar que los conflictos inter-tribales han sido la causa de genocidios tan horribles como los de Ruanda-Burundi, a cargo de las nacionalidades hutu y tutsi, de hace unos años atrás. Investigaciones más profundas han mostrado que si bien no se puede negar la existencia de muchas diferencias "inter-tríbales" o inter-nacionalitarias, las causas principales de esos sucesos tienen su origen en la intervención neo-colonialista de los europeos. El método no es nuevo, desde los tiempos coloniales y de la famosa e inicua "economía de Trata" que consistió en sacar y secuestrar millones de negros de Africa para llevarlos a América como esclavos utilizándose a africanos para cazar a africanos, los vencidos eran vendidos por los vencedores a los europeos, sobre todo británicos para vendernos en América, Brasil, Antillas y Guayanas; se ha desarrollado una política especial respecto al Africa.

Se ha considerado siempre por parte del pensamiento europeo eurocéntrico y racista que el Africa es un continente vacío y habitado por razas inferiores susceptibles de ser aniquiladas en nombre del cristianismo, de la modernidad, de la democracia, de cualquier "valor" que es realidad es un "infra-valor".


8. LA VIOLENCIA RELIGIOSA

Este tipo anacrónico de violencia tiene sus antecedentes en las guerras religiosas de la Edad Media cuando católicos y evangelistas se masacraron mutuamente e inventaron instituciones brutales como la famosa "Inquisición del Santo Oficio". Las guerras religiosas de Europa medieval entre católicos romanos y evangelistas protestantes y las guerras del Islam contra los infieles parecían fenómenos del pasado, pero vuelven una y otra vez en el mundo contemporáneo demostrándonos que es incorrecto pensar en una uniformidad en cuanto a las creencias religiosas. Casi siempre todos los pueblos y naciones se considerarán a si mismos como "pueblos elegidos de Dios", pero de cada uno de sus propios dioses de modo que al final todos son hijos de Dios, solamente que eso no lo comprenden los pueblos. Es una de las formas más exacerbadas de etnocentrismo y que reclamarán del resto sumisión y obediencia.

El Estado de Israel es un ejemplo prototípico de esta suerte de mitología religiosa que es fuente de violencia religiosa.

Israel, decíamos, es una muestra palpable de este tipo de fuente de violencia religiosa. No obstante haber sido fundado el Estado de Israel por mandato de las Naciones Unidas para proteger a las víctimas del racismo hitleriano y del famoso "Holocausto", muy rápidamente este "Estado" se convirtió en una verdadera plaza de armas del colonialismo en el corazón mismo del mundo árabe y musulmán. Ignoró completamente el mandato de dividir el territorio palestino en dos estados independientes, procedió a usurpar abusivamente territorios palestinos expulsando salvajemente a sus habitantes y convirtiéndolos en refugiados y perseguidos en su propia patria, sin que las NN UU hicieran nada para hacer cumplir sus propias determinaciones. Naturalmente detrás de la prepotencia de este mini-estado, se encuentran las grandes potencias que respaldan en toda forma a este estado gendarme, racista y belicista.

Igualmente el fundamentalismo islámico que, a su vez, enfrenta violentamente a los musulmanes sunnitas que adoran a Mahoma y los chiítas que creen en su sobrino Alí, confrontación religiosa que tiene tanta actualidad y que ha hecho reflexionar mucho en los últimos tiempos. El fundamentalismo islámico que tanto ha hecho reflexionar en los últimos tiempos. La violencia religiosa referida al Islam tiene la particularidad de estar confundida con la lucha anti-occidental por las agresiones múltiples que ha sufrido el mundo islámico de parte de Occidente. En el fondo, todos los pueblos árabes y también todos los pueblos musulmanes incuban muy internamente un resentimiento fundado contra Occidente que se expresa ante todo en los sectores radicalizados como el caso Talibán (Estudiantes del Corán en las famosas Madrasas o escuelas de capacitación coránica) de Pakistán y Afganistán, aunque también de Arabia Saudita y Egipto.

También la violencia política que es la principal, es a veces ocultada como violencia religiosa. Como vemos los linderos entre las diversas formas que vamos estudiando están íntimamente relacionadas y en rigor deben ser consideradas como partes indisolubles de un solo movimiento violento de una sociedad (formación social mundial) que no tiene ni siquiera la mínima capacidad para aprehender el carácter de la violencia contemporánea.


9. EL TERRORISMO IMPERIALISTA Y EL GENOCIDIO

"Terrorismo" es un término en boga y por lo mismo poco reflexionado. El terrorismo es una forma exacerbada de violencia política y social que consiste en la utilización de métodos masivos de aniquilación física en forma indiscriminada en contra de poblaciones civiles que no están involucradas directamente ni indirectamente en los conflictos internacionales provocados precisamente por el imperialismo. Se diferencia de la guerra en que no es una confrontación de unidades guerreras especializadas en el "arte" de la guerra;  que no reconoce ninguna declaración formal de hostilidades y que finalmente se desata en forma completamente arbitraria y prepotente contra poblaciones desarmadas e inermes de países siempre del Tercer Mundo.

El genocidio, por su parte es una forma de violencia desatada contra grupos nacionales o sociales, ya sea por motivos políticos, raciales, religiosos o cada uno de los motivos arriba mencionados.

Podemos comparar los actos de estados, grupos, organizaciones legales o ilegales, clandestinas o públicas cuyos actos coinciden con la caracterización anterior y tendremos, lisa y llanamente, terrorismo puro.

Tan terrorista es un coche-bomba que estalla es una calle cualquiera de Madrid o de Belfast, como unos aviones secuestrados impactando sobre edificios civiles. Empero mucho más terrorista, es el bombardeo indiscriminado de poblaciones civiles que nada tienen que ver ni con aquellos atentados ni con confabulaciones políticas.

La satanización de muchos movimientos políticos tiene la virtud de convertir indiscriminadamente movimientos de tipo muy diversos con el eufemismo del "terrorismo".


10.  CONCLUSIONES

Las anteriores conceptualizaciones sobre, la guerra, la violencia y el terror tienen que ver claramente con el curso de los acontecimientos mundiales, nacionales y locales y tratan de encontrar, debajo de la superficie, una explicación científica, en torno al origen de la violencia para, por lo menos, comprenderla en toda su amplitud y su peligrosidad mientras no se erradiquen las causas de su surgimiento.

No se podrá jamás acabar con la violencia social y política que es un efecto, mientras no se extirpen radicalmente sus causas que tienen raíces muy profundas en la sociedad capitalista contemporánea.


La Paz, octubre de 2005.

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