Nuevamente la ideología dominante a través de
todos sus órganos e instrumentos, se viene explayando en la consideración de un
problema que parece de dilucidación muy simple: el problema del Terrorismo.
Con motivo del secuestro del Sr. Doria
Medina, se ha iniciado una verdadera caza de brujas contra un conjunto de
ciudadanos de origen peruano que ingreso al país por una serie de razones y
causas que seria largo enumerar. Se trata, ahora, de echar la culpa del
secuestro a la organización peruana MRTA, sin embargo, por ninguna parte se
tiene la confirmación de un extremo semejante, ya que cualquier verdadera
organización revolucionaria que toma una decisión, lo hace con carácter
político y por lo tanto, tendríamos una declaración oficial del MRTA,
reivindicando para si el indicado secuestro. Como esto no ha ocurrido, tenemos
derecho a pensar que se trata más bien de un hecho común y delincuencial que
esta sirviendo, sin embargo, para desatar la campaña de la que hablamos líneas
arriba.
El Gobierno y sus corifeos se empeñan en
mostrarse como grandes demócratas y como enemigos del "terrorismo".
La verdad es que la mayor parte de los personeros del gobierno movimientista no
puede ocultar sus grandes orejas de fascistas.
De qué terrorismo nos puede hablar el Sr,
Sánchez Berzaín si no comprende el derecho legítimo que tienen las mujeres del
Chapare de marchar por el territorio nacional como expresión de protesta contra
la política cocalera del Gobierno? Quién le ha dicho al Sr. Sánchez que
realizar una marcha por el territorio nacional sin perjudicar mínimamente las
carreteras, constituye un delito?
Naturalmente sólo su carácter de fascista
impenitente.
Ya se ha hecho una costumbre del Gobierno
movi-gonista de impedir cualquier manifestación pública de protesta de parte
del pueblo y sus organizaciones. Violando toda legalidad, toda democracia y
hasta el sentido común, se ha implantado un régimen de Terrorismo de Estado
sin precedentes en la historia nacional. No hay diferencia alguna entre el
Estado de Sitio y la situación normal, en ambos casos, las fuerzas represivas
actúan de manera indiscriminada atacando violentamente a las personas con toda
clase de armas y perros feroces.
El Gobierno no tiene derecho a hablar del
"terrorismo", pues se ha constituido en el más grande de los
terroristas que tenga recuerdo la historia del país. Ni siquiera las más
feroces dictaduras impedían las marchas pacíficas de los ciudadanos.
No en vano, ahora, en los niveles
decisionales del Gobierno movi-gonista, se encuentran todos los garciamezistas
de antaño: Machicado, Quiroga Gómes, Sánchez Berzain, Sandóval Morón, Arriaza y
tantos otros genocidas que en lugar de Chonchocoro, se alojan en el Palacio
Quemado.
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